Cáncer Prostático

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Cáncer de Próstata

El Cáncer de Próstata es el segundo cáncer más común en los hombres, después del cáncer de piel y es la segunda causa principal de muerte por cáncer en los hombres, después del cáncer del pulmón. En nuestro país la mortalidad por este cáncer ha ido en aumento sostenido y se cuadruplicó en los últimos 50 años. En 2002 murieron 1.472 hombres por cáncer de próstata en Chile (uno cada seis horas).

“La próstata es una de las glándulas sexuales masculinas.

Tiene el tamaño de una nuez y sirve para la producción de líquido seminal”

La próstata es una de las glándulas sexuales masculinas. Tiene el tamaño de una nuez y sirve para la producción de líquido seminal, que forma parte del semen o esperma. Está ubicada por delante del recto y debajo de la vejiga urinaria. La próstata rodea la uretra – que es el tubo que lleva la orina desde la vejiga al pene- a la salida de la vejiga. De este modo, la orina pasa a través de la próstata durante la micción. Por ello, cuando la próstata crece, hay dificultades al orinar o en las relaciones sexuales.

A partir de los 40 años es muy frecuente que se desarrolle en la próstata un tumor benigno que se llama Hiperplasia Prostática Benigna (HPB). La HPB es mucho más común que el cáncer de próstata. Su causa exacta es desconocida y puede provocar dificultades al orinar. Algunos pacientes pueden necesitar tratamiento para la HPB e incluso requerir una operación. El cáncer de próstata también empieza a aumentar a la misma edad, aunque no tiene ninguna relación con la HPB. Ambas son enfermedades independientes, pero pueden coexistir y producir los mismos síntomas. Sin embargo, como ocurre con muchos tipos de cáncer, la detección y el tratamiento tempranos aumentan las perspectivas de curación y por eso lo importante es diagnosticarlo ANTES que produzca síntomas.

En su etapa inicial, cuando es un foco microscópico o apenas un pequeño nódulo, el Cáncer de Próstata es curable con los recursos actualmente disponibles. De ahí la importancia de un chequeo periódico aunque no exista ningún síntoma. Según crece el tumor, pueden notarse ciertos signos o síntomas, que pueden incluir:

Diagnóstico del Cáncer de Próstata

Tacto rectal

Según la Asociación Americana del Cáncer, debe formar parte del chequeo físico anual recomendado para los hombres, a partir de los 40 años. Mediante la inserción de un dedo enguantado en el recto, el médico palpa la superficie de próstata a través de la pared del intestino. Masas sospechosas, texturas anormales o durezas aconsejarán exámenes complementarios.

Antígeno prostático específico (P.S.A., siglas en inglés)

Es una proteína producida en la próstata que puede elevarse frente a diversos trastornos de la próstata, entre ellos el cáncer. Cuando el Antígeno está elevado es necesario descartar la presencia de cáncer. Es importante señalar que el PSA no tiene valores normales ya que depende de la edad, del tamaño de la próstata, de la presencia de HPB, etc. por lo que debe ser interpretado sólo por el urólogo.

Biopsia de próstata

Biopsia de próstata. La única manera de determinar si una masa sospechosa es cancerosa es examinar microscópicamente una muestra del tejido tomado del área. Esta muestra se obtiene empleando una aguja especial y este procedimiento se llama Biopsia Prostática. Esta biopsia es un procedimiento ambulatorio que se efectúa a través del recto, con anestesia local y con la ayuda de un equipo de ecografía. Si la biopsia confirma cáncer, se realizan algunos otros procedimientos y exámenes para determinar la etapa en que se encuentra la enfermedad.

Estados o Etapas del Cáncer de Próstata

Etapa I (A)

En esta etapa, el cáncer es microscópico y está confinado dentro de la próstata. No se palpa y no causa ningún síntoma. Generalmente se detecta de forma casual o a raíz de un chequeo periódico. Es la etapa más favorable y curable en la mayoría de las veces.

Etapa II (B)

Las células cancerosas se encuentran aún confinadas a la glándula prostática, pero el tumor es de mayor tamaño y se palpa en el tacto rectal.

Etapa III (C)

Es una etapa más avanzada y las células cancerosas se han extendido más allá del recubrimiento (cápsula) de la próstata hacia los tejidos circundantes.

Etapa IV (D)

Existe diseminación (por metástasis) a los ganglios linfáticos (cerca o lejos de la próstata) o a los órganos y tejidos situados lejos de la próstata -los huesos, el hígado o los pulmones.

Recidiva

El cáncer vuelve a aparecer después de haber sido tratado. Puede reaparecer en la próstata o en otra parte del cuerpo.

Clasificación T.N.M.

El cáncer de próstata también se puede clasificar a partir de la descripción de la extensión de la enfermedad, usando T (tamaño del tumor), N (grado de diseminación a los ganglios linfáticos) y M (extensión de la diseminación a otras partes del cuerpo).

Aparte de la etapa, es muy importante determinar el grado de malignidad del tumor que se mide en la biopsia utilizando una escala conocida como Score de Gleason. Esta escala va de 2 a 10; mientras mayor sea el valor, mayor es la malignidad del cáncer.

Tratamiento del Cáncer de Próstata

El tratamiento del Cáncer de Próstata es sumamente individualizado, y deben considerarse muchos factores, sobre todo:

Cirugía

La cirugía pretende eliminar el cáncer mediante la extirpación de toda la próstata y de los ganglios linfáticos circundantes.

La operación se denomina Prostatectomía Radical y consiste en la extirpación de la próstata y parte del tejido que la rodea. Según el caso, se extirparán los ganglios linfáticos vecinos para ver si están comprometidos. La cirugía se puede realizar mediante una incisión en el espacio situado entre el escroto y el ano (prostatectomía perineal) o mediante una incisión en el abdomen inferior por debajo del ombligo (prostatectomía retropúbica). En algunos casos esta operación también se puede efectuar por laparoscopía. La prostatectomía radical se lleva a cabo sólo si el cáncer aún está localizado dentro de la próstata.

Los efectos colaterales principales de la extirpación de próstata son la impotencia (incapacidad para tener o mantener una erección) y la incontinencia urinaria (incapacidad para controlar la función urinaria). Estos efectos son poco frecuentes y generalmente sólo temporales. Sin embargo en un bajo porcentaje pueden ser permanentes.

Radioterapia Externa

La próstata es tratada con radiaciones ionizantes, que destruyen las células cancerosas. Es muy eficaz y su principal problema radica en que es imposible irradiar solamente la próstata y habitualmente resultan irradiados también los órganos vecinos (Vejiga y Recto), los que pueden sufrir algún daño.

Radioterapia Local (Braquiterapia LDR)

Se implantan semillas radioactivas de corto alcance dentro de la próstata, con lo que se irradia solamente ese órgano, sin afectar los vecinos.

Criocirugía

Un tipo de cirugía en que el cáncer se destruye por congelamiento.

Hormonoterapia

Las hormonas masculinas (especialmente la testosterona) pueden contribuir al crecimiento del Cáncer de Próstata. Para detener el crecimiento del cáncer, se elimina o se bloquea la testosterona con lo que el cáncer se detiene. Esto se puede lograr extirpando los testículos, que son el productor principal de testosterona. También se pueden administrar hormonas femeninas (estrógenos), drogas antiandrogénicas (que bloquean la testosterona) o unos medicamentos llamados agonistas LHRH que reducen la producción de hormonas masculinas. Esta forma de tratamiento se usa generalmente en hombres con Cáncer de Próstata avanzado.

Tratamiento por etapas

El tratamiento del cáncer de próstata es sumamente individualizado y depende de la etapa en que se encuentra la enfermedad, la malignidad del cáncer, edad y estado de salud general. En cada caso se utilizarán las opciones más adecuadas. En algunos casos se podrán emplear combinaciones de cirugía y/o radioterapia y/u hormonoterapia. En otros, de enfermedad avanzada, que no responde a hormonoterapia, se puede utilizar quimioterapia.

Pronóstico y Epidemiología

La tasa de supervivencia a los cinco años es de 85 % para los pacientes con cáncer de próstata en una etapa precoz. La de cáncer prostático en su conjunto aumentó más del 70 % en los últimos 30 años.

El Cáncer de Próstata muy rara vez ocurre antes de los 40 años de edad y la mayoría de los hombres diagnosticados tienen 50 años o más. El Cáncer de Próstata se está volviendo más frecuente, posiblemente porque los hombres viven más. Los hombres de raza negra que viven en América tienen la tasa más alta del Cáncer de Próstata en el mundo, por razones desconocidas.

Algunos factores de riesgo para desarrollar Cáncer de Próstata son:

Por este motivo se recomienda a todos los varones efectuar un chequeo anual de la próstata, a partir de los 50 años. Este chequeo debe incluir una visita al urólogo, una palpación rectal y una determinación en la sangre del antígeno prostático. Si existen antecedentes de cáncer de próstata en familiares cercanos (padre, hermanos, tíos, primos) el chequeo debe iniciarse a los 45 años.